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sábado, 31 de diciembre de 2011

Catalunya empata sin goles ante una Túnez hermética



31/12/2011

La selección catalana de fútbol solo pudo conseguir un empate (0-0) en un partido que dominó muy claramente a un combinado que consiguió sacar el máximo rendimiento a sus limitaciones con una férrea disciplina defensiva.

El Estadi Olímpic Lluis Companys se convirtió en un santuario del fútbol catalán, con 37.000 espectadores que rindieron homenaje en los momentos previos al partido a Roger García, el jugador que más veces ha vestido la camiseta de Catalunya.

El entrenador de la selección local, Johan Cruyff, alineó de entrada a cinco campeones del mundo en Sudáfrica –Valdés, Piqué, Busquets, Xavi y Cesc-. Puyol, que debía acompañarlos en el once inicial, no jugó por unas molestias.

Pese al gran ambiente que se vivía en las gradas, teñidas del amarillo y rojo de las cuatro barras de la senyera, quien empezó avisando fue el conjunto africano, que vivió uno de sus mejores momentos en el partido, si no el mejor, en los minutos iniciales.

Sin embargo, y a pesar de que la maquinaria catalana parecía algo oxidada en los primeros compases, el centro del campo empezó a mover sus piezas y Xavi, clave, empezó a desengrasar el balón para que corriera sin timidez, como lleva haciéndolo hace unos años en un estadio vecino, el Camp Nou.

El equipo, trufado de grandes campeones así como de juventud talentosa, puso en apuros a los tunecinos, arrinconados en su campo. La conexión Xavi-Cesc-Bojan dejó algunas jugadas peligrosas, aunque el joven delantero de la Roma, que sería elegido el mejor jugador del partido, no pudo materializarlas.

El portero Mathlouthi, que consiguió abandonar el césped de Montjuïc imbatido, vio cómo Bojan primero, con un chut desde fuera del área (33), y Sergio García (35, 40) amenazaban las redes tunecinas antes del descanso.

En la segunda parte, con un equipo nuevo, excepto Valdés, Fontàs y Bojan, los catalanes imprimieron un ritmo superior al mostrado en los primeros 45 minutos. Con un gran Joan Verdú en la zona de tres cuartos y un escurridizo Isaac Cuenca por la banda derecha, la selecció pudo sentenciar, pero en los metros finales perdonó.

Precisamente de las botas de la sensación del Barça salió una buena jugada individual que remató Bojan, aunque el esférico acabó en los guantes de Mathiouthi (62). Sergi Roberto y Montoya eran los encargados de gestionar el torrente de juego de toque y el espanyolista Álvaro Vázquez pasó a ser el estilete ofensivo de una selección envidiable.

Los futbolistas de la selección catalana chocaron una y otra vez contra el muro de las Águilas de Cartago, más rodados con motivo de la Copa de África 2012 de finales de enero. Solo Darragi y Mksani, los mejores jugadores tunecinos, representaron alguna amenaza para Casilla, que sustituyó a Valdés bajo palos.

Hasta entonces, prácticamente no habían pisado el centro del campo catalán, víctimas de un juego directo y sediento de goles. Sin embargo, pudieron salir vivos de un estadio que, pese a la falta de goles, no dejó de animar en lo desembocó en una gran fiesta del fútbol.

Al término del partido, Johan Cruyff admitió “estar muy contento con el juego y las ganas del equipo”, ya que sus jugadores nunca perdieron la esperanza de poder flanquear la organizada línea defensiva del rival.



Asimismo, el entrenador del Dream Team defendió su idea de juego, un modelo de fútbol en que la pelota es la protagonista, la que marca la composición de juego, y que instauró en el Barça a principios de los años 90.


La satisfacción del técnico holandés se prolongó en uno de sus pupilos: Bojan Krkic. El ariete romano, que salió del FC Barcelona por la puerta de atrás, tuvo una oportunidad de oro para reivindicarse en casa, ante su público, y no la desaprovechó.



Pese a que los partidos ante grandes potencias como Brasil o Argentina hayan quedado anclados en el tiempo, los aficionados, sin perder ni un ápice de ilusión, acudieron en masa al estadio para animar a los suyos en una atmósfera festiva y a la vez reivindicativa. Y todo ello, con un elemento aglutinador que nunca falla: el fútbol.

El seleccionador de Catalunya se mostró satisfecho por el juego exhibido

Bojan atendiendo a los medios de comunicación en la zona mixta
El delantero de la Roma fue elegido el mejor jugador del partido

domingo, 18 de diciembre de 2011

El Barça conquista el mundo tras destrozar al Santos en Japón

18/12/2011

El FC Barcelona ganó su segundo Mundial de Clubes tras ridiculizar al Santos de Neymar y Ganso por un contudente 4 a 0 con una exhibición de juego de toque en la final disputada en el Yokohama Stadium, Japón.

En el horizonte quedaban las finales perdidas ante el Sao Paulo en 1992 con Raí como verdugo (2-1) y el Internacional de Porto Alegre en 2006 (0-1), cuando Rijkaard era el entrenador de un equipo que iba en capa caída comandado por Ronaldinho, Deco y Eto’o, pero los azulgranas no dieron ninguna opción a un Santos superado.

El FC Barcelona empezó el partido con una defensa de tres tocando una y otra vez con susbajitos Xavi, Iniesta y Cesc para comprobar cómo se distribuía el juego y la defensa del equipo brasileño. Poco a poco, el choque se fue convirtiendo en un rondo que no podían cortar los jugadores del Santos y que convirtió la primera mitad en una clase magistral azulgrana.

Messi y Thiago empezaron avisando con dos llegadas al área rival, aunque Rafael consiguió neutralizarlas. El equipo de Ramalho, que varió su esquema inicial con un 4-3-1-2 más defensivo, tuvo muchos problemas para controlar el balón y apenas inquietó el área barcelonista. El centro del campo catalán, ebrio de calidad y trabajo, acorraló al adversario en su propio campo.

El luminoso marcaba el minuto 16 cuando Messi, a pase de Xavi, decidió acabar con el suspense del empate a cero y levantó el balón con la zurda por encima del portero brasileño para inaugurar el marcador (1-0).

Messi supera al portero del Santos por arriba
El argentino, que fue nombrado el mejor jugador del encuentro –también lo fue en la final de 2009 ante Estudiantes- iguala el hito de Pedro de marcar en las seis competiciones oficiales en un año natural.

El torrente de buen juego del Barça, con paredes, triangulaciones y tantos otros desmarques propiciaron lo inevitable, el segundo gol, en el minuto 24. Un magistral Xavi envió el balón a la red desde el punto de penalti gracias a una internada de Dani Alves por la banda derecha.

Al filo del descanso, Messi volvió a las andadas en la zona de peligro del Peixe. El 10 asistió de tacón a Alves, cuyo centro lo despejó Rafael, que nada pudo hacer cuando Cesc aprovechó el despeje para marcar la tercera diana del conjunto culé. El de Arenys, convertido en un delantero mentiroso, justificó una vez más el porqué de su fichaje y dedicó el gol al lesionado David Villa.

Fàbregas aprovecha un rechazo para sentenciar la final
En la segunda mitad, los jugadores de Guardiola, acostumbrados a no bajar el pistón nunca, mantuvieron su agresividad, conscientes de que estaban ante una gran oportunidad de seguir goleando en una cita histórica.

Prueba de ello es que en el primer minuto de la reanudación, Cesc, tras una carrera de Messi, a punto estuvo de marcar el cuarto, pero el cancerbero albinegro consiguió sacar una mano para desviar a córner.

La insistencia atacante del Barça hizo que la defensa quedara más desprotegida, algo que el campeón de la Copa Libertadores aprovechó para llegar con peligro a la zona de Víctor Valdés. Pero, el canterano de L’Hospitalet, una vez más, demostró que es uno de los mejores porteros del mundo.
Cuando más apretó la escuadra del mítico Pelé, Valdés hizo gala de sus reflejos para mantener a cero el contador azulgrana. Primero fue Borges quien amenazó el arco con un disparo dentro del área grande, a pase de Elano, que murió en las manos del portero. Y un par de minutos más tarde, Neymar, desaparecido en combate, falló solo en un uno contra uno.

Alves, omnipresente, gozó de hasta tres oportunidades para marcar. La última, en el minuto 79, se acabó estrellando en el palo de Rafael. Pero su ímpetu hizo que Messi pusiera la guinda a un juego estelar con un cuarto y definitivo gol. El rosarino, tras recibir una asistencia del incansable carrilero, recortó al portero y empujó a placer el balón más allá de la línea de gol.

El Santos, que llevaba tiempo preparándose y mentalizándose para enfrentarse al FC Barcelona en el Mundial de Clubes, se vio totalmente superado por la máquina de juego de los vigentes campeones de Europa.

Al finalizar el encuentro, Neymar, que durante los últimos tiempos ha sonado con fuerza como futurible de Barça y Madrid, reconoció la superioridad azulgrana: “Hoy aquí aprendimos a jugar a fútbol, el Barça ha sido muy superior”.

El argentino ganó la partida a un Neymar desactivado
El Barça, que consiguió un sextete en 2009, sigue con hambre de títulos y este año ha sumado la friolera de cinco títulos. Guardiola colecciona 13 torneos de 16 disputados, con unos registros de 10 finales ganadas de las 11 que ha jugado.

Pero hay más. Con la victoria de hoy, la entidad barcelonista supera a Independiente de Avellaneda en número de títulos internacionales conquistados, con un total de 17. Milan y Boca Júniors, que encabezan el ranking, suman 18 cada uno. Un registro que parece que no tardará en igualar o rebasar los que ya muchos consideran abiertamente como el mejor equipo de la historia de este deporte. Su fútbol inmortal y la evolución táctica de un plantel único así lo certifican.
Resumen del partido

Celebración