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domingo, 16 de octubre de 2011


Andy Murray ha hecho buenos los pronósticos y se ha impuesto a David Ferrer en dos sets en la final del Masters 1.000 de Shanghai (7-5 y 6-4). Esta victoria le otorga el número 3 de la clasificación ATP, por delante de Roger Federer, que ahora ocupa el cuarto puesto. Es el tercer título que el escocés vence consecutivamente y el quinto de la temporada.

Ambos tenistas se volvían a ver las caras después de apenas una semana, cuando Murray se quitó de encima al español fácilmente (6-2 y 6-3). Esta vez, sin embargo, Ferrer hizo sudar a su rival, aunque acabó doblegando ante la calidad y el gran momento de juego del británico.

Los largos intercambios desde el fondo de la pista fueron constantes en los primeros impases del partido, periodo en el que ambos tenistas consiguieron una rotura. Sin embargo, se veía un poco mejor a Murray gracias a su servicio efectivo y a que solo ha necesitado dos sets por encuentro para llegar a la final, salvo contra el suizo Wawrinka, en el que jugó tres.

Ferrer, con más desgaste a lo largo del torneo -levantó tres pelotas de partido contra su compatriota Juan Carlos Ferrero y llegó a los tres sets contra sus oponentes-, le faltó ese algo tan necesario para derrotar a un jugador top como Murray. A pesar de ello, nunca tiró la toalla y batalló hasta el último momento para estar en el partido.

Ferru tuvo problemas con su saque -cometió cuatro dobles faltas y lo perdió cuatro veces-, algo que tuvo que suplir con derroche físico durante los peloteos, a lo que está acostumbrado, y a defenderse con su característica agresividad cuando el partido se ponía cuesta arriba.

Con el primer set perdido, Ferrer cedió su saque en el tercer juego del segundo. A partir de ahí Murray supo gestionar su ventaja y empezó a soltar el brazo, con golpes que no tenían respuesta. El español, que lo pasó mal para evitar una segunda rotura, peleó para hacer un break a Murray antes de que acabara el segundo parcial, pero no lo consiguió.

A pesar de la derrota, el tenista de Javea se ha asegurado su tercera presencia en la Copa Masters de Londres. Eso sí, ganar un Masters 1000 sigue siendo su asignatura pendiente, después de las dos otras finales que ha jugado -Roma el año pasado y Montecarlo.

Mientras tanto, Andy Murray, con Novak Djokovic fuera del mapa por lesión, se ha convertido en el dominador del circuito: además de Shanghai, ha conquistado Bangkok y Pekín, con un balance de un partido perdido de los últimos 26 que ha jugado.

miércoles, 12 de octubre de 2011

La maravilla de Ronaldo en Compostela cumple 15 años


12 de octubre de 1996. 22.00 horas. El FC Barcelona de Bobby Robson se enfrentaba al Compostela en el estadio Multiusos de San Lázaro. Probablemente no era el partido más atractivo de la jornada, ni ofrecía muchas dudas en las quinielas de los aficionados, que lo veían como un partido de trámite más de aquella Liga. Pero poco podían imaginar que el fútbol, en aquella fría noche de otoño, les brindaría una cita con la historia gracias a una genialidad de un joven brasileño de 20 años: Ronaldo Nazario.

El partido acabó 1-5 para los azulgrana, pero acabó en algo anecdótico. En la retina de los espectadores ha quedado la majestuosa carrera desde el centro el campo del El Fenómeno, durante la cual dejó atrás a Chiba, José Ramón, William y Bellido (y sus intentos de pararle). Todo en 11 segundos y 14 toques de balón. Era su quinto gol con la camiseta del Barça.

Las reacciones no quisieron esperar: Robson, emocionado, miró a la grada y se llevó las manos a la cabeza; José María Caneda, presidente del club gallego, dijo que sus futbolistas actuaron como unas madres, y Nike sacó un anuncio en el que decía "Imagínate que le pides a Dios que te convierta en el mejor jugador del mundo… Y que Dios te escucha".

Los jugadores del Compos, tras ver el anuncio de la multinacional, lo denunciaron al considerar que se trataba de un agravio. Siete jugadores del equipo intentaron recibir algún tipo de compensación económica, aunque, finalmente, los tribunales declinaron la demanda.

Ronaldo deslumbró al mundo con una jugada que aunaba fuerza, regate, desequilibrio y certeza. Pero como una ecuación matemática, su alegría era directamente proporcional a la frustración del guardameta Fernando Peralta, que, tras el partido y en tono distendido, comentó que "pensaba que ya lo había visto todo. El caso es que fui el único del equipo al que no dribló".

La diana, considerada por muchos una obra de arte, fue solo un pequeño avance de lo que Ronaldo ofrecería al público culé a lo largo de la temporada. Aquel año, el ariete firmó 34 goles en 37 partidos en Liga, y un total de 47 sumando todas las competiciones. Entonces, el equipo catalán consiguió la Supercopa de España, la Copa del Rey y la Recopa de Europa.

A partir de la jugada de Ronnie ante el equipo de Fernando Vázquez, empezó a respirarse algo diferente en los estadios cada vez que el jugador saltaba al terreno de juego. Todos los partidos en los que jugaba atraían por igual al buen aficionado al fútbol, sin importar la entidad del rival. Los encuentros eran especiales, calientes, coloridos. Y todo gracias a una noche fría en Santiago, donde una noche jugó uno de los mejores delanteros centro de la historia.

lunes, 10 de octubre de 2011

Murray remonta en Tokio y deja a Nadal a las puertas de otro título


El manacorí Rafa Nadal perdió la final del Torneo ATP de Tokio ante un Andy Murray que, tras perder el primer set, se vistió de Djokovic y elevó sensiblemente su nivel de juego en los dos siguientes, apoyado en un gran servicio (3-6, 6-2 y 6-0). Con esta ya son siete las finales que el tenista español ha perdido este año.

Nadal, actual número dos de la clasificación, empezó fuerte, con un tenis agresivo que le llevó a romper el saque del escocés y a conseguir la primera manga. Murray, por su lado, que venia de encadenar una racha negativa de derrotas contra el balear, se veía superado tanto a nivel físico como psicológico.

A tenor de la dinámica que llevaba el partido, todo indicaba que Nadal acabaría sumando otro título a sus vitrinas, pero, sorprendentemente, Murray consiguió lo que muy pocos han hecho hasta ahora: comerle la moral en una situación tan desfavorable y remontarle un partido a tres sets, con largos e intensos peloteos incluidos.

Murricane empezó su reacción con un juego en blanco al inicio del segundo parcial. Empezó a soltar el brazo y conectó varios puntos inalcanzables, lo que empezó a minar la garra y la energía del tenista español. Ello, sumado a una gran efectividad en su saque, le llevó en volandas hacia la consecución del set.

Si en el segundo parcial quedó claro que Murray fue superior a Nadal, el tercero y definitivo fue un paseo para él. Parecía como si se hubiera reencarnado en el jugador que le ha amargado en las finales durante toda la temporada: Novak Djokovic. Pero no, era el Andy Murray de las grandes citas, el mismo que le eliminó del US Open en 2008. Buena prueba de la paupérrima actuación de Nadal en la última manga es que solo hizo cuatro puntos para acabar con un rosco (6-0).

Nadal, vigente campeón del torneo, nunca ha revalidado un título que no fuera sobre tierra batida. Anteriormente lo había intentado en 13 ocasiones -Montreal 2005, Pekín 2005, Madrid 2005, Dubai 2006, Indian Wells 2007, Queen's 2008, Wimbledon 2008, Toronto 2008, Open de Australia 2009, Indian Wells 2009, Wimbledon 2010, US Open 2010 y Tokio 2010.

Por su parte, Andy Murray ha ganado 21 de los últimos 22 partidos que ha jugado, con victorias en Cincinnati, Kuala Lumpur, Queens y Tokio. De esta forma, es el segundo jugador, igualado con el sueco Robin Soderling, en número de títulos conquistados este 2011, solo superado por Novak Djokovic, que acumula 10.

Andy, pletórico tras arrasar al norteamericano Donald Young en Bangkok, no tiene nada que ver con aquel que jugó contra Nadal en Indian Wells de 2009, cuando sucumbió por 6-1 y 6-2. El balance total de encuentros entre ambos tenistas es favorable al balear (13-4).

miércoles, 5 de octubre de 2011

Navarro conduce al Barça hacia su tercera Supercopa consecutiva

La Supercopa Endesa era la gran atracción para poder ver en acción a los mejores fichajes de los candidatos al título ACB de este año y las diferencias que podrían marcar en sus respectivos clubes para desbancar o poner en aprietos al Barça Regal. Sobre el parqué demostraron su gran nivel, pero el conjunto catalán ganó su tercera Supercopa.

El Barça Regal demostró que aún sigue siendo el rival a batir. Ha mantenido el bloque y ha sabido reforzar las líneas que más lo necesitaban. Además, tiene el lujo de contar con alguien que siempre aparece en los momentos más complicados: Juan Carlos Navarro.

El conjunto catalán, sin embargo, no lo ha tenido nada fácil para conquistar el título. En semifinales, después de dominar al Real Madrid en los dos primeros cuartos, sufrió una pájara que a punto estuvo de costarle la eliminación. Por suerte para los intereses azulgrana, el recién nombrado' MVP' del Eurobasket apareció para desencallar el luminoso de Miribilla, si bien es cierto que estuvo desacertado hasta el minuto 30 de partido.

Ayer, ante el Caja Laboral, los pupilos de Xavi Pascual hicieron un partido mucho más constante, pero el rival, que firmó una notable actuación, acorde a la categoría de sus jugadores, hizo pensar que los vitorianos acabarían alzándose con su cuarto entorchado en esta competición. Pero esa sensación duró lo que tardó Navarro en afinar su muñeca.

El encuentro empezó con un ritmo trepidante, digno de los dos mejores equipos españoles, y el Caja Laboral empezó a marcar las primeras diferencias con un eléctrico Teletovic desde el exterior (12-6, min. 3). Sin embargo, el Barça Regal se apoyó en Navarro para no quedarse atrás y remontó con un parcial de 2-15, que les situó con un 20-27 a favor.

Los buenos minutos de los azulgrana se estancaron con la entrada en pista del NBA Reggie Williams, que hizo más cosas en pocos minutos que Brad Oleson en todo el partido. El norteamericano asistió, anotó, reboteó y robó balones. La escuadra de Dusko Ivanovic volvió a restablecer el orden (28-27 min. 13).



A partir de entonces, ambos conjuntos mantuvieron un intercambio de canastas que se prolongó hasta el final del segundo cuarto. A pesar de ello, los nervios estaban a flor de piel. Prueba de ello es la intensidad con que Xavi Pascual rebatía algunas decisiones arbitrales, lo que le valió una técnica. Los vitorianos lo aprovecharon y consiguieron el 42-38 en el descanso.

Tras la reanudación, el Regal Barça empezó a sumar balones perdidos -acabó perdiendo 18- y Prigioni empezó a minar la confianza barcelonista desde la línea de tres puntos. Corrían buenos minutos también para Seraphin y Teletovic, que dieron muchos puntos interiores a su equipo, además de coger varios rebotes ofensivos.

La línea exterior del Barça no funcionaba, con un Sada inoperante con su tiro, y un Mickeal ausente. Con 66-58, uno de los fichajes estrella de la ACB, Marcelinho Huertas, salió a escena para suplir estas carencias y contrarrestar el gran trabajo de Pau Ribas. El brasileño empezó a demostrar el porqué de su fichaje, aliándose con un enorme N'Dong.



Mientras el senegalés hacía un trabajo soberbio en la pintura, Lorbek y Eidson hundían al equipo vasco desde la línea de tres, situando el 65-71 en el último cuarto, con un parcial de 0-13. Por si fuera poco, el desconcierto vitoriano se vio agraviado por el liderazgo de Navarro, que apuntilló las esperanzas de remontada del Caja Laboral en un partido que finalizó 73-82.

El escolta de Sant Feliu de Llobregat fue nombrado el 'MVP' del torneo por tercera vez en las cuatro ediciones en que ha participado y Pete Mickeal suma cinco Supercopas, todas consecutivas. Los jugadores de Pascual han ganado dos títulos de dos posibles y no parece que vayan a dejar de sumar con la calidad que atesoran. Navarro se ha encargado de dejarlo claro.