Este año, Regal Barça y Real Madrid huelen a final four. Los dos equipos se han reforzado muy bien este verano. Los catalanes, tras la marcha de David Andersen y Ersan Ilyasova, dos de sus jugadores pilares, se han hecho con los servicios de Pete Mickeal, quizás el mejor "3" de la Liga ACB, Terrence Morris y Erazem Lorbek, del CSKA Moscú, y la guinda, la emergente estrella Ricky Rubio.
Por su parte, el Madrid ha llevado a cabo un cambio total de su plantilla, dado el desastre del año pasado en las tres competiciones. En primer lugar, ficharon al posiblemente mejor entrenador europeo del momento, Ettore Messina, ex de grandes equipos como la Benetton de Treviso y CSKA Moscú. Acto seguido, se desprendieron de los jugadores que creyeron acertado y trajeron a un ejército de nuevos jugadores: Rimantas Kaukenas, Pablo Prigioni, Jorge Garbajosa, dos emergentes estrellas del baloncesto europeo -Vladimir Dasic y Novica Velickovic-, Darjus Lavrinovic, Sergi Vidal i Travis Hansen, ex de Tau Cerámica.
Tanto unos como otros tienen un mismo objetivo: La Euroliga. El Madrid no llega a una final four desde el 1996, año en que, precisamente, cayó en semifinales con el Barça de Galilea, Karnisovas, Dueñas y compañía. Evidente, para un equipo como el Madrid, ganador del trofeo en 8 ediciones, supone un golpe duro de encajar. La última Euroliga de los madrileños la consiguieron en el 95, con Sabonis y Arlauckas como abanderados del equipo contra el Olympiacos en Zaragoza. Por ello, la nave blanca, comandada ahora por Messina, experto capitán de embarcaciones europeas, pone rumbo a la conquista del máximo cetro continental.
Pero para conseguir el objetivo, tendrán que pelear muy mucho. Su gran rival de siempre, el Regal Barcelona, ha formado un grupo muy compacto que ha olvidado las ausencias de los jugadores antes citados e incluso ha ganado en recursos: su banqueta ahora es m´ñas temible que la del año pasado, y tienen más armas. Si Lakovic necesita descanso, ahí estará Ricky Rubio. Si Navarro se sienta, le sustituirá "Basso", si Lorbek necesita recuperarse, le suplirá N'dong...
Parece ser que Panathinaikos, actual campeón de Europa, ya no es tan favorito, tal y como sucede con CSKA de Moscú, finalista el año pasado, en detrimento de los dos grandes colosos de la Liga española. Messina le tiene muchas ganas al Barça. ¿Por qué? Muy fácil. En 2003, aquel Barça glorioso del triplete con Bodiroga, Fucka, Jasikevicius, Navarro o Dueñas vencieron a la Benetton de Treviso entonces dirigida por el italiano. Esa espina se le quedó clavada. Y esta misma temporada, los blancos han sucumbido ante el potencial azulgrana en dos ocasiones: una en un amistoso de pretemporada y la otra, en la final de la Supercopa ACB. Por su parte, el Barça querrá, de una vez por todas, desquitarse de su "mala suerte" en las final four, en las que ha llegado 10 veces y sólo ha podido conquistar el título en una ocasión.
Acaba de empezar la máxima competición, pero los dos conjuntos ya han sumado dos victorias en dos encuentros. Y muchas más que conseguirán. Si los emparejamientos lo permiten, y no hay cruce fratricida en el Top 16, muy probablemente veamos una semifinal de Final Four o, quién sabe, una final de la máxima competición europea entre estos dos grandes monstruos de Europa. Que así sea.